Es el documento donde se explicitan los derechos y deberes del asegurador y el asegurado, así como las condiciones que regulan la relación entre ambas partes. En la póliza se recogen las condiciones generales, las condiciones particulares y las condiciones especiales de la relación. En las condiciones generales se exponen los principios básicos establecidos por la aseguradora para regular todos los contratos de seguro de la misma modalidad. Se recogen aspectos como: la extensión del contrato, el objeto del seguro, los riesgos excluidos, el pago de la indemnización, las vías de comunicación con el asegurado. En las condiciones particulares se recogen aspectos relacionados con el riesgo que se asegura. Aquí se incluye la naturaleza del riesgo cubierto, los datos de las partes, las primas, el importe de la suma asegurada, la duración del contrato y la forma en que se va a pagar. Finalmente, en las condiciones especiales se puntualizan normalmente las franquicias y los detalles necesarios para aclarar los términos particulares del contrato del seguro.